Es un parque nacional en Ciudad Real, que peligra por la sobreexplotación de los acuíferos y los incendios soterrados. La turba seca prende por autoignición o por la propagación de un incendio forestal cercano. Al secarse la turba, también se encoge y agrieta el terreno, agrandado así los canales en el interior de la turba. Estos canales permiten el movimiento de aire hacia el subsuelo y el escape de humos de un incendio de combustion latente en el interior de la turbera. Éste hecho ha obligado a las autoridades a transportar agua en dos tuberías para salvar a las tablas.
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miércoles, 7 de abril de 2010
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